Tesla mantiene el liderazgo en España pese a la desaceleración del mercado de vehículos eléctricos

El mercado español de vehículos electrificados, que abarca eléctricos puros e híbridos enchufables, ha experimentado una notable desaceleración en noviembre de 2024. Con una caída del 11.3% en las ventas, se registraron 11,458 unidades, representando apenas el 11.37% del mercado total. Esta tendencia negativa, presente desde septiembre, pone de manifiesto un enfriamiento en la demanda de este tipo de vehículos.

A pesar de este contexto, Tesla ha reafirmado su posición dominante en España. Los Tesla Model Y y Model 3 lideraron las ventas en noviembre, consolidándose como los modelos eléctricos más populares. En el acumulado anual, el Model Y se posiciona como líder indiscutible con 8,598 unidades vendidas, seguido del Model 3 con 4,734 unidades. Otros modelos destacados incluyen el MINI Eléctrico, el MG 4 y el BMW iX1, que han logrado mantener un nivel de ventas significativo.

En contraste, los vehículos híbridos no enchufables continúan mostrando una gran aceptación en el mercado español. Este segmento alcanzó el 35% de las ventas totales en noviembre, con 35,109 unidades matriculadas, representando un incremento del 26.21% respecto al mismo periodo del año anterior. Modelos como el Toyota Corolla HEV y el Toyota Yaris Cross HEV encabezan este segmento, evidenciando la preferencia de los consumidores por tecnologías híbridas frente a los eléctricos puros.

A pesar de la desaceleración, Tesla mantiene su liderazgo gracias a su robusta oferta y a la preferencia de los consumidores por los modelos más avanzados tecnológicamente. Sin embargo, los desafíos que enfrenta el mercado eléctrico en España reflejan la necesidad de políticas más contundentes que incentiven la adopción de vehículos eléctricos y mitiguen las barreras económicas y logísticas que frenan su crecimiento.

La transición hacia la movilidad eléctrica en España aún enfrenta retos importantes, pero la fortaleza de Tesla y el crecimiento sostenido de los híbridos no enchufables muestran que el cambio hacia una movilidad más sostenible está en curso, aunque a un ritmo más lento del esperado.