05/06/2025

Honda replantea su futuro eléctrico: cancela inversión millonaria y apuesta por híbridos como nueva prioridad

En un giro estratégico que ha sacudido a la industria automotriz, Honda ha decidido reconfigurar su enfoque hacia la electrificación. Tras reconocer que sus proyecciones de ventas de vehículos eléctricos eran excesivamente optimistas, la marca japonesa ha anunciado la cancelación de una inversión de aproximadamente 18,500 millones de euros que estaba destinada al desarrollo de su gama 100% eléctrica. En su lugar, el gigante nipón dirigirá sus esfuerzos hacia una tecnología más consolidada: los híbridos no enchufables.

El plan inicial de Honda proyectaba que para 2030 el 30% de sus ventas globales corresponderían a vehículos eléctricos. Sin embargo, las condiciones reales del mercado, marcadas por la lenta adopción de estos modelos en varias regiones, infraestructura de carga insuficiente y la resistencia de ciertos segmentos de consumidores, han obligado a la compañía a reajustar esa meta a un 20%. Este cambio responde a una visión más realista sobre la velocidad con la que el público general está dispuesto a hacer la transición total hacia la movilidad eléctrica.

La nueva estrategia pone el foco en los vehículos híbridos convencionales, una tecnología que ha demostrado mantenerse sólida en términos de demanda. De acuerdo con las nuevas estimaciones, Honda espera que para 2030, de los 3.6 millones de vehículos que planea vender globalmente, unos 2.2 millones serán híbridos. Esta decisión no solo responde a las preferencias del mercado, sino también al rendimiento comercial sostenido de modelos como el CR-V o el Civic híbrido, que han gozado de buena aceptación en diversos mercados, especialmente en Norteamérica y Asia.



Como parte de esta transición, Honda introducirá una nueva marca llamada simplemente “H”, con la cual distinguirá tanto sus futuros modelos eléctricos como su próxima generación de híbridos no enchufables. Esta nueva identidad llegará al mercado a partir de 2027 y servirá como símbolo del nuevo rumbo de la compañía, que busca mantener una imagen de vanguardia sin depender exclusivamente del tren motriz eléctrico.

A pesar de este viraje, Honda no abandona su compromiso con la sostenibilidad ni con los objetivos de descarbonización. La compañía sigue considerando la electrificación como un eje central de su visión a largo plazo, pero admite que el camino hacia la adopción masiva de coches eléctricos será más gradual de lo que se preveía hace solo unos años. En ese sentido, los híbridos funcionarán como una solución puente entre la movilidad tradicional y la completamente eléctrica.

Esta decisión se enmarca en una tendencia más amplia que comienza a visibilizarse en la industria automotriz global. Diversos fabricantes, inicialmente entusiastas con una electrificación acelerada, están comenzando a moderar sus planes ante la realidad de los mercados. Factores como el costo de producción, el acceso limitado a materias primas clave, las infraestructuras de carga desiguales y la variabilidad de regulaciones gubernamentales están haciendo que las estrategias se ajusten hacia una electrificación más flexible y diversificada.

Honda, con su tradicional enfoque pragmático, no se ha quedado atrás. En lugar de insistir en un modelo que no ha madurado al ritmo esperado, ha optado por redirigir su inversión hacia una solución que hoy por hoy genera volumen, beneficios y aceptación. El mensaje es claro: el futuro sigue siendo eléctrico, pero para llegar a él, la ruta pasa por los híbridos.