El paddock de MotoGP se prepara para un cambio histórico. Después de más de una década como proveedor exclusivo de neumáticos, Michelin se despedirá del campeonato al finalizar la temporada 2026. A partir de 2027, Pirelli asumirá ese rol para todas las categorías del Mundial, incluyendo MotoGP, Moto2, Moto3 y MotoE. Esta decisión marca el inicio de una nueva etapa para la competición y refleja un reajuste estratégico profundo por parte de Dorna.
El cambio no ha sido repentino. Desde hace tiempo, Michelin ha enfrentado desafíos crecientes dentro del campeonato. En 2025, la marca francesa había planificado introducir un nuevo neumático delantero, pero tras realizar pruebas en Misano y recibir feedback mixto de los pilotos, optó por postergar su implementación. Aunque la recepción inicial fue positiva, Michelin decidió continuar desarrollando el compuesto para una posible futura incorporación. Mientras tanto, sí se han realizado pequeños ajustes al neumático duro delantero en ciertos circuitos, pero en esencia, la gama de compuestos sigue siendo la misma que en 2024.
El detonante final llegó cuando Dorna comunicó su intención de unificar el suministro de neumáticos en todas las categorías. Michelin, que históricamente se ha enfocado en MotoGP y MotoE, no estuvo dispuesta a asumir la cobertura completa del campeonato, lo que abrió la puerta a Pirelli. La firma italiana, que actualmente provee al Mundial de Superbike, aceptó el reto y firmó un contrato inicial por cinco temporadas, desde 2027 hasta 2031.
Este traspaso de poder entre fabricantes coincide con otros cambios profundos en el reglamento técnico de MotoGP. A partir de 2027, la cilindrada de las motos se reducirá de 1,000 cc a 850 cc, y se adoptarán combustibles 100% sostenibles, lo que supone una revolución tanto en la ingeniería como en la filosofía del campeonato. En ese contexto, Dorna busca que Pirelli inicie su etapa desde cero, desarrollando neumáticos específicamente para esta nueva generación de motocicletas.
La salida de Michelin no está exenta de controversias. En los últimos años, la compañía ha recibido críticas por parte de varios pilotos debido a inconsistencias en el rendimiento de sus neumáticos. Uno de los puntos más discutidos ha sido la estricta normativa de presiones mínimas, pensada para garantizar la seguridad pero que en la práctica ha provocado sanciones y desconcierto. En el GP de Qatar 2025, por ejemplo, Maverick Viñales fue penalizado por no cumplir con el 60% de vueltas bajo la presión reglamentaria, y pilotos como Pedro Acosta pidieron revisar la norma.
Otro incidente que tensó aún más la relación entre Michelin y el paddock ocurrió durante la pretemporada, cuando Jorge Martín sufrió una caída en Sepang. Michelin atribuyó el accidente a una temperatura insuficiente del neumático, pero su equipo, Aprilia, rechazó esa explicación y manifestó preocupación por la seguridad del piloto.
Con estos antecedentes, muchos dentro del paddock ven en la llegada de Pirelli una oportunidad para restaurar la confianza y aportar mayor estabilidad al comportamiento de los neumáticos. Su experiencia en el WorldSBK y su capacidad de adaptación a distintos reglamentos son argumentos sólidos para pensar en una transición positiva.
El adiós de Michelin marca el final de una etapa que, pese a sus desafíos, también dejó momentos memorables. Desde 2016, la firma francesa fue parte integral del desarrollo de MotoGP moderno. Ahora, la llegada de Pirelli no solo representa un cambio de marca, sino un cambio de ciclo en el campeonato. Una nueva era se abre paso sobre el asfalto del motociclismo mundial.
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