18/07/2025

Aston Martin afina sus nuevas herramientas para 2026: la estructura está lista, pero aún falta depurarla

Aston Martin ha apostado todo a su futuro en la Fórmula 1 con una transformación radical que abarca desde su infraestructura hasta el talento técnico. Sin embargo, aunque el equipo ya cuenta con una sede de última generación en Silverstone, un nuevo túnel de viento, instalaciones propias y figuras clave como Bob Bell, Dan Fallows y la reciente incorporación de técnicos procedentes de Honda, la escudería británica reconoce que aún queda trabajo por delante para convertir esa inversión en resultados inmediatos.

Bob Bell, director técnico ejecutivo de Aston Martin, fue claro al declarar que las nuevas herramientas “necesitan ser completamente depuradas”. Aunque el equipo ha dejado atrás su dependencia de Mercedes para utilizar su propio túnel de viento, Bell asegura que alcanzar la precisión y fiabilidad del antiguo sistema compartido no será inmediato. De hecho, todavía están en proceso de calibración y validación para que el nuevo túnel funcione a nivel competitivo y se integre eficazmente en la cadena de desarrollo del monoplaza.



Más allá del túnel de viento, el equipo también enfrenta otros desafíos técnicos. Por primera vez desde 2008, Aston Martin ha comenzado a diseñar y fabricar su propia caja de cambios y su sistema de suspensión trasera. Anteriormente, ambos elementos eran suministrados por Mercedes, lo que facilitaba enormemente la logística. Ahora, la independencia técnica representa una ventaja estratégica a largo plazo, pero implica una enorme responsabilidad y una curva de aprendizaje que todavía está en marcha.

Parte de ese proceso de afinamiento ya está ocurriendo en la pista: el monoplaza de 2025 incorpora actualizaciones probadas tanto en el viejo túnel de viento de Mercedes como en el nuevo de Silverstone. Esto no solo impacta el rendimiento actual del coche, sino que también permite validar y ajustar los procesos internos que serán esenciales para el diseño y ejecución del monoplaza 2026, cuando entren en vigor las nuevas regulaciones técnicas y aerodinámicas de la Fórmula 1.

Aunque la estructura física y humana está casi completa, Bell insiste en que el verdadero desafío es hacer que todos los sistemas trabajen en conjunto de forma fluida. La escudería está construyendo desde cero muchas de las herramientas que sus rivales ya han perfeccionado durante años. Esto incluye software de simulación, metodologías de análisis, procesos internos de desarrollo y la ejecución misma en el pitlane.



Aston Martin ha dejado claro que su ambición no es simplemente ser un equipo competitivo, sino contender por campeonatos. Pero para lograrlo, no basta con tener los recursos; es necesario convertirlos en ventaja real sobre la pista. La temporada 2026 será el punto de quiebre. Y aunque el camino es prometedor, el equipo sabe que aún está en plena etapa de ensamblaje fino.

El proyecto está en marcha, la maquinaria se está afinando, y si logran alinear todas las piezas del rompecabezas, Aston Martin podría estar listo para dejar de ser una promesa y convertirse en una fuerza dominante en la nueva era de la Fórmula 1.