18/07/2025

Tesla Semi ya ahorró más de 3.7 millones de litros de diésel: el camión eléctrico que quiere cambiar el transporte de carga

Tesla continúa firme en su ambición por transformar la industria del transporte pesado, y lo hace con datos que respaldan su discurso. El Semi, su camión 100 % eléctrico, ha evitado hasta ahora el consumo de más de 3.7 millones de litros de gasóleo, una cifra contundente que refleja tanto el potencial de ahorro como el impacto ambiental positivo que puede tener esta tecnología en la logística global.

Desde que comenzó su circulación en una flota piloto a finales de 2022, el Tesla Semi ha recorrido miles de kilómetros transportando mercancía, principalmente para la propia compañía y sus socios logísticos. Aunque aún en fase de despliegue limitado, el Semi ya está demostrando que los vehículos eléctricos también pueden ser protagonistas en el transporte de carga pesada, un sector tradicionalmente dominado por enormes motores diésel de altas emisiones.



La compañía de Elon Musk asegura que estos ahorros en diésel equivalen a una reducción significativa de emisiones de CO₂, apuntando directamente a una de las industrias más contaminantes del planeta. Con una batería de hasta 900 kWh, el Semi ofrece una autonomía teórica de unos 800 km por carga, aunque reportes independientes y pruebas en condiciones reales lo sitúan más cerca de los 640 km, dependiendo del tipo de carga, la topografía y las condiciones climáticas.

A nivel técnico, el Semi se destaca por un diseño aerodinámico extremo, con un coeficiente de arrastre de apenas 0.4, lo que lo convierte en uno de los vehículos de carga más eficientes en su tipo. Además, su sistema de propulsión eléctrica promete no solo menos emisiones, sino también menor desgaste mecánico y menores costos operativos. De hecho, estimaciones recientes señalan que su costo por milla ronda los 1.26 dólares, frente a los 1.51 dólares de un camión diésel convencional, lo que representa una diferencia importante en flotas a gran escala.

Sin embargo, no todo ha sido perfecto en la implementación del Semi. Tesla ha enfrentado varios desafíos logísticos y de producción, especialmente por la dificultad de fabricar baterías de gran capacidad con el ritmo necesario para abastecer una red global. Actualmente, los camiones se producen en cantidades reducidas en la planta de Texas, mientras se avanza en la expansión de su producción en la gigafactoría de Nevada. A esto se suman algunas quejas de usuarios sobre la fiabilidad de la suspensión y el rendimiento en trayectos montañosos.



Pese a ello, el balance general es positivo. La empresa no solo ha demostrado que es viable un camión eléctrico de largo alcance, sino que también puede tener beneficios reales, medibles y escalables. El ahorro de combustible, la reducción de emisiones y el menor costo por kilómetro son argumentos sólidos para convencer a las grandes flotas del mundo.

Con más desarrollo, mejoras en la infraestructura de carga y la maduración de su producción, el Tesla Semi podría convertirse en el punto de inflexión que la industria necesitaba para dejar atrás el diésel. Por ahora, los 3.7 millones de litros ahorrados no son solo una estadística: son la primera evidencia de que la revolución del transporte pesado ya está en marcha.