18/07/2025

Márquez reedita barrida perfecta en Aragón: hazaña inédita en una década

Marc Márquez firmó un fin de semana memorable en el Gran Premio de Aragón 2025, logrando una actuación impecable que lo reafirma como uno de los grandes nombres del motociclismo contemporáneo. A los mandos de su Ducati, el piloto español dominó cada sesión del fin de semana y alcanzó lo que en MotoGP se conoce como un “triplete perfecto”: pole position, victoria en la sprint race y triunfo en la carrera larga del domingo.

Durante la clasificación, Márquez impuso un ritmo inalcanzable para sus rivales, marcando un tiempo récord que lo colocó al frente de la parrilla con autoridad. En la carrera sprint del sábado mantuvo el liderazgo desde la primera vuelta y repitió el guion el domingo en la prueba principal, sin errores y con un control absoluto sobre el ritmo de carrera. Este dominio total no se había visto en MotorLand desde hacía una década, y se suma a una serie de actuaciones que lo colocan nuevamente en la cima de la categoría reina.

Con esta victoria, Márquez amplió su ventaja en el campeonato a 32 puntos sobre su hermano Álex Márquez y 93 sobre Francesco Bagnaia. En lo que va de temporada ya suma cuatro victorias en carreras largas y ha ganado siete de las nueve sprint races disputadas, consolidando un año espectacular en su nueva etapa con Ducati.

El podio de Aragón fue completamente dominado por la marca italiana: Álex Márquez cruzó segundo y Bagnaia tercero, certificando el dominio técnico y estratégico de Ducati en este tramo del campeonato. Más allá del resultado, la forma en que Marc condujo durante todo el fin de semana —en condiciones tanto secas como húmedas— dejó claro que ha recuperado su mejor versión.

Este triunfo no solo engrandece su palmarés, sino que también le imprime una dosis de confianza clave en la lucha por el título. Con la temporada aún en pleno desarrollo, Márquez ha demostrado que está más vigente que nunca y que su adaptación a Ducati ha sido no solo rápida, sino abrumadoramente efectiva. Aragón fue, sin duda, una declaración de intenciones.