18/07/2025

Ferrari Daytona SP3: El rugido del pasado en clave del futuro

Cuando Ferrari presentó el Daytona SP3 en noviembre de 2021, no solo lanzó al mercado un nuevo superdeportivo, sino que entregó un manifiesto sobre su esencia: una declaración rotunda de que, a pesar del avance imparable de la electrificación y la tecnología digital, todavía hay espacio —y deseo— por la emoción mecánica pura. El SP3 es un tributo a los años dorados del Cavallino Rampante, una máquina que revive el espíritu de los prototipos que dominaron Daytona en 1967, reinterpretados con la ingeniería y el diseño más avanzados del presente. Es, sin exagerar, uno de los Ferrari más exclusivos, potentes y bellos jamás fabricados.

Forma parte de la Serie Icona, una línea ultra limitada de modelos que rescatan la herencia más gloriosa de la marca y la reconfiguran con tecnologías actuales. El Daytona SP3 es el tercer integrante de esta familia, después de los Monza SP1 y SP2, y lo hace con un enfoque radical tanto en diseño como en prestaciones.



Inspirado en autos legendarios como el Ferrari 330 P3/4, el 412 P y el 512 S, el SP3 retoma elementos estéticos de las competencias de resistencia de los años 60: líneas musculosas, pasos de rueda anchos, una cabina de parabrisas envolvente y una toma de aire posterior con lamas horizontales que remite al arte funcional de aquellos prototipos. Pero su reinterpretación no es una mera copia; es una obra original que fusiona historia con aerodinámica activa, proporciones modernas y proporción escultural.

La base estructural del Daytona SP3 proviene del LaFerrari Aperta, con un monocasco completamente construido en fibra de carbono. Pese a ello, a diferencia del LaFerrari, el SP3 no cuenta con sistema híbrido. Ferrari apostó por una fórmula más purista: un motor de combustión interna atmosférico, sin turbo, sin ayuda eléctrica, con la fuerza bruta de un V12. Y qué motor.

Bajo su cubierta trasera, montado en posición central trasera longitudinal, se encuentra el F140HC, un V12 atmosférico de 6.5 litros derivado del que impulsa al 812 Competizione. Este bloque alcanza una potencia máxima de 828 caballos de fuerza a 9 250 rpm y un par de 697 Nm a 7 250 rpm, con un régimen de corte fijado en las 9 500 rpm. Es el motor de combustión más potente jamás montado en un Ferrari de calle, y también uno de los más vibrantes, tanto por su respuesta como por su sonido desgarrador.



Todo esto se traduce en cifras de infarto: acelera de 0 a 100 km/h en solo 2.85 segundos, alcanza los 200 km/h en 7.4 segundos y supera los 340 km/h de velocidad máxima. Para conseguirlo, Ferrari prescindió de ayudas aerodinámicas activas y optó por una carrocería diseñada para generar más de 500 libras de carga aerodinámica a 200 km/h únicamente mediante formas y canalizaciones pasivas. Es un regreso a los fundamentos, pero con la precisión de un bisturí moderno.

El Daytona SP3 pesa apenas 1 485 kg en seco, lo que le otorga una relación peso-potencia extraordinaria. La distribución del peso también está perfectamente equilibrada, con un 44% sobre el eje delantero y un 56% en el trasero, ideal para una conducción agresiva pero precisa. La transmisión es una caja de doble embrague de 7 velocidades, acompañada de diferencial electrónico E-Diff y el sistema de control SSC 6.1, derivado directamente de la Fórmula 1.

Por dentro, el SP3 mantiene el mismo enfoque de elegancia funcional. El habitáculo combina Alcantara, aluminio anodizado y fibra de carbono vista, con un diseño que evoca los coches de carreras pero con un nivel de acabados meticulosamente lujoso. Los asientos están integrados a la estructura del monocasco y no se ajustan; en su lugar, es el pedalier y el volante los que se adaptan a la postura del conductor. El tablero integra una pantalla curva de 16 pulgadas y el volante cuenta con el clásico manettino, además de controles táctiles similares a los del Ferrari Roma.



El SP3 es un coche profundamente emocional. Su sonido, su entrega de potencia, su conexión con el piloto, todo está diseñado para proporcionar una experiencia visceral. No es solo un auto para exhibir o coleccionar, es una máquina que pide ser conducida. Como ha descrito MotorTrend, “es como una bala de cañón con alma de rock”. Es agresivo, es refinado, es teatral. Pero también es eficaz, predecible y perfectamente utilizable —dentro de lo que se puede decir de un coche con esta orientación radical.

Y como todo ícono, su exclusividad es parte de su leyenda. Ferrari fabricará únicamente 599 unidades del Daytona SP3, vendidas por invitación exclusiva a clientes de la marca, muchos de ellos propietarios de los SP1 y SP2. El precio base ronda los 2.25 millones de dólares, aunque versiones con acabados especiales o especificaciones únicas pueden superar ampliamente esa cifra. Cada ejemplar es, en esencia, una pieza de colección desde el momento en que sale de Maranello.

El Ferrari Daytona SP3 no es solo una reinterpretación moderna de los mitos del pasado. Es una carta de amor al motor de combustión, una afirmación de que el arte, la pasión y la herencia pueden coexistir con la precisión técnica más avanzada. En un mundo cada vez más dominado por lo eléctrico y lo digital, este Ferrari recuerda a los entusiastas por qué los motores V12 siguen siendo el alma del automovilismo deportivo. Y por qué, aunque los tiempos cambien, hay cosas que merecen ser celebradas por todo lo alto.