La edición 2025 de las 24 Horas de Le Mans entregó una de las definiciones más dramáticas en la categoría LMP2. El equipo Inter Europol, con el Oreca #43 pilotado por Nick Yelloly, Tom Dillmann y Jakub Śmiechowski, logró la victoria a pesar de recibir una penalización crucial a menos de media hora del final. Lo que parecía una oportunidad desperdiciada se transformó en una remontada legendaria.
Durante casi toda la carrera, el coche #43 se mantuvo en el grupo puntero de la categoría, demostrando solidez, estrategia y ritmo. Sin embargo, a falta de 27 minutos para el final, la escuadra polaca fue golpeada por una sanción inesperada: un drive-through por exceder el límite de velocidad en el pitlane. La penalización obligó a Nick Yelloly a pasar por boxes y entregó momentáneamente el liderato al Oreca #48 de VDS Racing by Panis, tripulado por Mathias Beche, Tijmen van der Helm y Scott Huffaker.
En ese momento, todo parecía perdido. El margen era demasiado estrecho y quedaba poco tiempo para reaccionar. Pero la carrera dio un giro inesperado cuando el coche líder comenzó a sufrir una degradación en la suspensión trasera derecha, lo que redujo su ritmo de manera significativa en los últimos minutos de la prueba. Esta falla mecánica abrió una ventana que Yelloly no dudó en aprovechar.
Con determinación, el piloto británico presionó vuelta tras vuelta hasta recortar la diferencia. A tan solo 16 minutos de la bandera a cuadros, realizó el adelantamiento clave en la sección Porsche del trazado, recuperando el liderato que parecía ya fuera de alcance.

A partir de ese momento, Inter Europol mantuvo la concentración y cruzó la línea de meta con una ventaja de 1 minuto y 55.753 segundos sobre sus rivales directos. Completaron 367 vueltas al circuito de La Sarthe, alcanzando así su segunda victoria en Le Mans dentro de la categoría LMP2 en apenas tres años, tras su triunfo anterior en 2023.
Más allá de la gloria deportiva, esta victoria reafirma a Inter Europol como una de las estructuras más competitivas en la resistencia moderna. Lo conseguido en 2025 no fue solo un triunfo táctico y mecánico, sino también emocional: una demostración de temple, coraje y capacidad de recuperación en los momentos más críticos.
Le Mans volvió a mostrar por qué es la carrera más exigente del automovilismo. En un entorno donde la constancia y la estrategia son tan importantes como la velocidad, Inter Europol escribió una página inolvidable en la historia de la resistencia, recordando que en esta competencia todo puede cambiar hasta el último minuto.
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