George Russell retuvo su victoria en el Gran Premio de Canadá 2025 luego de una larga revisión por parte de la FIA, tras una protesta formal presentada por Red Bull. El equipo austríaco había solicitado una penalización para el piloto de Mercedes por una supuesta maniobra antideportiva bajo coche de seguridad, lo que dejó en suspenso el resultado oficial de la carrera durante más de cinco horas.
La polémica se desató en los giros finales del GP, cuando, tras el accidente entre Lando Norris y Oscar Piastri, se desplegó el Safety Car. Red Bull alegó que Russell frenó de forma excesiva, una acción que llevó momentáneamente a Max Verstappen a superarlo en pista, situación que luego fue corregida. Además, la queja se basaba en que el piloto de Mercedes había dejado una distancia mayor a las diez longitudes permitidas respecto al coche de seguridad, lo cual, según el equipo de Milton Keynes, constituía una infracción reglamentaria.
Red Bull también señaló que Russell informó por radio que Verstappen lo había adelantado bajo condiciones de Safety Car, insinuando que la acción pudo haber tenido la intención de inducir a los comisarios a sancionar al piloto neerlandés.
La audiencia se llevó a cabo con la presencia de representantes de ambas escuderías, incluyendo al propio George Russell, quien explicó que las frenadas bruscas formaban parte de una práctica habitual para mantener la temperatura de los frenos y neumáticos. Mercedes presentó telemetría detallada y argumentó que la distancia con el coche de seguridad no fue intencionada, sino resultado del ritmo errático del mismo y de una configuración de delta que buscaba evitar aglomeraciones en pista.
En cuanto al mensaje de radio, los comisarios determinaron que no hubo intencionalidad maliciosa ni se trató de una maniobra antideportiva. El asesor deportivo de la FIA, Tim Malyon, respaldó los argumentos de Mercedes, calificando la conducta de Russell como completamente justificada dentro del contexto de carrera.
A las 21:09 horas locales se emitió el fallo: la protesta de Red Bull fue declarada “no fundada” y la victoria de George Russell quedó ratificada de forma oficial. Con ello, el piloto británico conservó su triunfo en Canadá, y Mercedes respiró aliviado tras varias horas de incertidumbre.
La resolución también representó un revés para Red Bull, que perdió los 2,000 euros correspondientes al proceso de protesta y no logró alterar el resultado final. Pese a ello, el movimiento fue interpretado como parte de una estrategia defensiva para proteger a Verstappen, quien actualmente acumula once puntos en su licencia y está a uno de una suspensión automática.
Este episodio intensifica aún más la rivalidad entre Mercedes y Red Bull, con Russell y Verstappen como protagonistas recurrentes de una lucha que va mucho más allá del cronómetro. A medida que la temporada avanza, la batalla no solo se libra en pista, sino también en la interpretación minuciosa de cada maniobra y en la estrategia legal y deportiva que acompaña a cada equipo en la élite de la Fórmula 1.
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