18/07/2025

Marc Márquez agradece el gesto de Tardozzi tras los abucheos en Mugello y defiende el verdadero espíritu del motociclismo

Marc Márquez vivió un fin de semana agridulce en Mugello. Aunque conquistó una de las victorias más importantes de la temporada —la primera en el circuito italiano desde 2014 y la número 93 de su carrera en MotoGP—, el piloto español fue recibido con una mezcla de aplausos y abucheos por parte de un sector del público local, que todavía no olvida su conflicto con Valentino Rossi en 2015.

El ambiente se tornó especialmente tenso durante el Sprint del sábado, donde los pitos se hicieron notar cada vez que Márquez aparecía en pantalla o en el podio. Ante esta situación, el jefe del equipo Ducati Lenovo, Davide Tardozzi, protagonizó un gesto que rápidamente se volvió viral: se dirigió a las gradas y, visiblemente molesto, pidió respeto para su piloto coreando “¡Callaos! ¡Es rosso!”, en referencia al color icónico del equipo y a la necesidad de unidad interna.

Márquez no tardó en responder al gesto con gratitud. En declaraciones posteriores a la carrera del domingo, reconoció públicamente el respaldo de Tardozzi, calificándolo como un acto de valentía y respeto. “Aprecio y agradezco mucho el gesto de Davide. No solo me defendió a mí, también a los pilotos de Ducati. Fue algo muy bonito”, expresó el piloto, quien consideró que los abucheos no provienen de verdaderos aficionados al motociclismo. Para Márquez, un fan auténtico puede tener preferencias, pero no recurre a la falta de respeto hacia otros competidores.

El propio Tardozzi fue más allá y criticó el comportamiento de quienes pitaron a Márquez, afirmando que ese tipo de actitudes no tienen cabida en un deporte que debe construirse sobre la base del respeto mutuo, la pasión por la competición y el reconocimiento al esfuerzo. Además, hizo un llamado simbólico a cerrar heridas del pasado, dejando entrever que ya es momento de reconciliación entre las figuras más emblemáticas del deporte.

El episodio en Mugello dejó una lectura clara: aunque las rivalidades históricas siguen marcando el imaginario del público, dentro del paddock hay una voluntad de pasar página y construir una nueva etapa. Márquez, ahora piloto Ducati, se está ganando el respeto desde dentro, no solo con resultados en pista, sino también con una actitud madura, centrada y profundamente comprometida con el equipo.

En lo deportivo, la victoria de Márquez en Italia tiene un valor simbólico. No solo rompe una larga sequía en Mugello, también demuestra que está completamente recuperado, competitivo y listo para pelear por el título. A pesar de las divisiones externas, su rendimiento comienza a cambiar la percepción del entorno, y cada fin de semana parece sumar más adeptos a su nueva era con Ducati.

Más allá de la celebración, el gesto de Tardozzi y la respuesta de Márquez dejaron un mensaje importante: el motociclismo es pasión, sí, pero también es respeto. Y en ese equilibrio entre rivalidad e integridad, Marc Márquez parece estar escribiendo uno de los capítulos más humanos y significativos de su carrera.