Ferrari sorprende al anunciar su incursión en la alta mar con Hypersail, un yate oceánico de 30 metros diseñado para volar sobre el agua, fruto de la colaboración entre el regatista Giovanni Soldini y el arquitecto naval Guillaume Verdier, con lanzamiento previsto en 2026.
Con este proyecto, Ferrari presenta el primer monohull oceánico equipado con foils en la quilla, timón portante y foils laterales, junto a un sistema de estabilización triple que replica tecnología desarrollada para la Fórmula 1 y los Hypercar de Le Mans.
Hypersail será totalmente autosuficiente energéticamente, sin motor térmico, usando únicamente energía eólica, solar y cinética. Su equipo será ligero —entre 8 y 12 tripulantes—, coordinado por unos 20 empleados de Ferrari y apoyado por entre 80 y 90 especialistas externos.
El proyecto es definido por Ferrari como una extensión de su espíritu de resistencia, sin intención de participar en competiciones como la Copa América debido a sus límites reglamentarios. En cambio, se plantea como un laboratorio de alto rendimiento e innovación naval.
Giovanni Soldini y Verdier destacan la originalidad del diseño “full foiling”, que combina la agilidad de los monocascos de la Copa América con la estabilidad y capacidad oceánica, siendo el primero en mantener navegación elevada sobre tres puntos de foil incluso en mar abierto.
Ferrari ya ha solicitado nueve patentes asociadas a Hypersail y ha desarrollado un sistema de control dinámico inspirado en la F1 para mantener la estabilidad del yate incluso en condiciones extremas, combinando algoritmos avanzados con estructuras ultra ligeras.
Todo el desarrollo y fabricación del yate se concentra en Italia, con equipos propios y supervisión directa desde Maranello, lo que garantiza un control total del proyecto, tanto en tecnología como en calidad de ejecución.
En resumen, Hypersail no es solo un yate extraordinario, sino una declaración de excelencia: una plataforma de innovación sostenible y de alto rendimiento que traduce el legado automovilístico de Ferrari a un nuevo escenario. Su despliegue en el mar redefine lo que puede lograr la ingeniería cuando tradición, tecnología y ambición se fusionan sin compromisos.
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