Porsche ha transformado uno de sus modelos más icónicos, el 911 GT3 con paquete Touring, en una pieza única de arte rodante. Este proyecto, bautizado como “Legado de Porsche Luxemburgo”, fue desarrollado por el programa Sonderwunsch de la marca en colaboración con el artista luxemburgués Jacques Schneider, con motivo del 75 aniversario de la presencia de Porsche en el Gran Ducado.
Desde el inicio, este 911 GT3 fue concebido como una obra de arte con una ejecución artesanal que demandó más de 700 horas de trabajo. La carrocería está pintada en un elegante tono gris Hielo metalizado, sobre el cual se aplicaron cientos de vinilos rojo metálico que representan el león, símbolo nacional de Luxemburgo. Este patrón no sólo adorna el exterior, sino que también se extiende al interior, creando una narrativa visual coherente y profundamente simbólica.





El número “75” aparece en la parrilla frontal como guiño al aniversario, mientras que las llantas de 20 y 21 pulgadas, con sistema de tuerca central, lucen grabados láser con el lema “Vive, Vive, Vive”, exaltando el orgullo nacional. El techo del vehículo está tapizado con los primeros versos del himno luxemburgués y un mapa bordado del país, en tanto que los asientos de piel negra muestran el león bordado en los respaldos y replican el patrón decorativo exterior. Este diseño también se reproduce en las puertas, el reposabrazos, la guantera y las cabeceras, logrando una experiencia estética completamente inmersiva.
Los estribos están fabricados en aluminio negro con la inscripción “Porsche Lëtzebuerg” en blanco, y el pedal del acelerador fue especialmente tratado con un acabado en aluminio rojo. Como detalle adicional, el botón de encendido incorpora una miniatura del diseño exterior, subrayando la exclusividad y atención al detalle que caracterizan este proyecto.
El artista Jacques Schneider explicó que su intención fue ofrecer una visión colorida y emocional de los paisajes y monumentos de Luxemburgo. Su firma aparece tanto en el exterior como en el interior, elevando al 911 GT3 Touring más allá de su naturaleza como vehículo deportivo para convertirlo en un objeto de expresión cultural y artística.




Este modelo no sólo rinde homenaje a la historia automotriz de Porsche en Luxemburgo, sino que también establece un nuevo estándar sobre cómo el diseño automotriz puede dialogar con la identidad nacional y convertirse en una plataforma de arte. Se trata de una pieza única que, sin duda, captará la atención tanto de los entusiastas de Porsche como del mercado de coleccionistas de automóviles alrededor del mundo.
Con esta creación, Porsche reafirma su capacidad de fusionar ingeniería de precisión con narrativa visual, consolidando al 911 GT3 no sólo como una máquina de alto desempeño, sino como un vehículo con alma y voz propia.

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