Haas ha confirmado que mantendrá el desarrollo de su monoplaza 2025 durante el resto de la temporada, dejando claro que no repetirá la estrategia de 2021 cuando decidió centrar todos sus recursos en el coche del año siguiente. El equipo estadounidense considera que aún hay margen para sumar puntos valiosos en un campeonato muy ajustado, donde la diferencia entre Williams, quinto en la clasificación, y Haas, noveno, es de apenas 35 unidades.
Uno de los principales retos para la escudería ha sido resolver los problemas aerodinámicos detectados desde las primeras carreras, especialmente el rebote en curvas rápidas que se evidenció en Australia. Para mitigarlo, el equipo introdujo modificaciones en el fondo plano durante las citas de Suzuka e Imola, lo que permitió allanar el camino para un paquete de actualizaciones más ambicioso presentado en Silverstone. Los resultados positivos obtenidos con estas mejoras han motivado a Haas a preparar un nuevo conjunto de piezas que se estrenará en su carrera de casa, el Gran Premio de Austin.
El plan es validar este paquete a través de pruebas en CFD y túnel de viento antes de su implementación definitiva en pista. Con siete carreras por delante antes de llegar a Austin, el equipo buscará optimizar cada oportunidad para sumar puntos que le permitan escalar posiciones en el Mundial de Constructores.
Esta estrategia demuestra que Haas sigue comprometido con el presente sin descuidar el futuro. Aunque 2026 marcará un cambio reglamentario importante, la prioridad actual es exprimir el potencial del VF-25 para cerrar la temporada con el mejor resultado posible.
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