Lando Norris, piloto británico de McLaren en la Fórmula 1, sorprendió a todos al marcar el mejor tiempo en el circuito Funny Hill Karting de Marbella, pero no al volante de un monoplaza ni de un superdeportivo, sino de un clásico Seat 600 E pintado de color rosa y decorado con pestañas.
El pequeño auto, equipado con un motor de cuatro cilindros en línea de 767 centímetros cúbicos y apenas 25 caballos de fuerza, fue la herramienta con la que Norris logró un récord inesperado en la pista. El piloto aprovechó el receso veraniego previo al Gran Premio de los Países Bajos 2025 para grabar contenido promocional con su empresa Quadrant y, al mismo tiempo, disfrutar de una experiencia diferente en la Costa del Sol.
La elección del vehículo resultó tan llamativa como su desempeño. Lejos de recurrir a alguno de los modelos exclusivos de su colección, que incluye piezas legendarias como un Ferrari F40, un Shelby Cobra 427, un Lamborghini Miura o un Land Rover Defender modificado con horno de pizza, Norris optó por un coche modesto que terminó robándose todas las miradas.
El Seat 600, considerado uno de los autos más emblemáticos en la historia de España, se transformó en el protagonista perfecto para mostrar otra faceta del piloto británico: su capacidad para divertirse y demostrar talento sin importar las condiciones. Su actuación dejó claro que la verdadera esencia del automovilismo no siempre está en la potencia o la sofisticación, sino en la pasión y en la habilidad de quien toma el volante.
Con este gesto, Norris reforzó su carisma dentro y fuera de las pistas de Fórmula 1, demostrando que incluso un pequeño y simpático auto clásico puede ser suficiente para exhibir la destreza de un piloto de élite.
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