10/09/2025

Dreame presenta su propio hiperdeportivo eléctrico: la polémica copia del Bugatti Chiron que promete fabricarse en Europa

Dreame Technology, la compañía china fundada en 2017 y conocida mundialmente por fabricar aspiradoras y robots de limpieza, ha dado un giro inesperado a su historia al anunciar su incursión en la industria automotriz con la creación de Dreame Auto. Esta nueva división ya cuenta con alrededor de mil empleados, muchos de ellos con experiencia previa en el sector del automóvil, lo que demuestra que el proyecto no es un simple experimento sino un plan ambicioso que busca posicionar a la marca en el competitivo mundo de los hiperdeportivos eléctricos.

La sorpresa llegó con la presentación digital de su primer modelo, un coche que ha generado polémica por su gran parecido con el Bugatti Chiron. El diseño exterior incluye elementos prácticamente idénticos al superdeportivo francés: la parrilla en forma de herradura, la característica curva lateral y hasta la icónica línea central trasera. Sin embargo, introduce una variación llamativa al incorporar puertas traseras, detalle que lo diferencia del modelo original. En contraste, el interior muestra un enfoque propio con un volante de diseño cuadrado, una gran pantalla en el salpicadero, otra secundaria en la consola inferior y asientos tipo bucket que refuerzan su carácter deportivo.

El plan de Dreame es ambicioso: presentar un prototipo físico en el Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas en enero y, si todo avanza según lo previsto, iniciar la producción de la versión definitiva en 2027. Un punto clave de la estrategia es fabricar el vehículo directamente en Europa, evitando así los elevados aranceles que afectan a los coches eléctricos importados desde China y reforzando su posición en el mercado occidental.

La compañía no ha ocultado sus aspiraciones: quiere competir directamente con gigantes como Bugatti, Rimac o Koenigsegg y llegar incluso a superarlos en potencia y rendimiento. Para ello se apoyará en su experiencia tecnológica, especialmente en el desarrollo de motores eléctricos de alta velocidad —capaces de alcanzar hasta 200 000 rpm, como los utilizados en sus aspiradoras más avanzadas—, así como en sistemas de inteligencia artificial y automatización aplicados ahora al sector automotriz. Con ello, Dreame busca no solo lanzar un coche más, sino proclamarse como creadora del hiperdeportivo eléctrico más rápido del mundo.

Aunque su propuesta ha generado críticas por la evidente inspiración en el Bugatti Chiron, el movimiento de Dreame marca un antes y un después en la industria. Una empresa conocida por electrodomésticos domésticos ha decidido irrumpir en uno de los segmentos más exclusivos y exigentes del mercado del automóvil. Si logra cumplir con sus promesas, este proyecto no solo redefinirá el papel de las nuevas marcas tecnológicas en la movilidad, sino que también podría cambiar el mapa de los fabricantes de lujo en los próximos años.