22/10/2025

Krack sale al rescate: “Alonso y Stroll no tenían ritmo en Bakú”

Después de varios fines de semana con signos de recuperación, Aston Martin volvió a tropezar en Bakú. Fernando Alonso terminó en la posición 15 y Lance Stroll en la 17, apenas por delante del penúltimo piloto que cruzó la meta, una actuación que dejó claro que, más que errores individuales, lo que falló verdaderamente fue el coche.

Desde el sábado, la cruda realidad acechaba: solo lograron superar a Alpine, y lo hicieron justo por momentos. Alonso soñó con meterse en Q3 gracias a una clasificación decente, pero tras saltarse la salida del Gran Premio fue sancionado con cinco segundos y perdió varias posiciones. Stroll, por su parte, no pudo remontar ni acercarse a los puestos de puntos.

Mike Krack, director de operaciones en pista para Aston Martin, reconoció sin rodeos que el AMR25 estuvo por debajo de lo necesario. Aun así, defendió que sus pilotos dieron lo mejor que podían dadas las circunstancias adversas. Señaló que en clasificación el viento cambiante convirtió cada vuelta en una lotería, con banderas amarillas y rojas que impedían completar buenas vueltas limpias. Alonso y Stroll maniobraron bien, dijo Krack, pero el ritmo del coche los dejó fuera de cualquier posibilidad estratégica.

La carrera dominó la película: pocas oportunidades, una sola detención en boxes como la mayoría, neumáticos medios que brillaron por la baja degradación, y escasas variables que Aston Martin pudiera usar para mejorar su posición. “Hubo muy pocas oportunidades y los puntos estaban fuera de nuestro alcance hoy, esa es la realidad”, admitió Krack.

Bakú deja claro que Aston Martin no está donde quiere estar. Ni Alonso ni Stroll pudieron hacer más con lo que tenían. Ahora toca Silverstone, reagruparse, reajustar, y mirar hacia Singapur con la esperanza de recuperar sensaciones, performance… y credibilidad.