Porsche 911 Turbo S se supera a sí mismo en Nürburgring

Porsche volvió a demostrar que siempre hay margen para la perfección. El nuevo 911 Turbo S de la generación 992.2 registró un tiempo de 7:03.92 minutos en Nürburgring Nordschleife, lo que representa una mejora de casi 14 segundos frente al modelo 992.1. La vuelta estuvo a cargo del piloto de pruebas Jörg Bergmeister, quien llevó al límite a esta nueva evolución del icónico deportivo.

El 911 Turbo S integra ahora un sistema híbrido T-Hybrid con doble eTurbo que impulsa el motor bóxer de 3.6 litros hasta los 711 hp y 590 lb-pie de torque, convirtiéndolo en el 911 de producción más potente de la historia. Esta configuración no solo le otorga cifras espectaculares en pista, sino que reafirma el rumbo tecnológico de Porsche hacia la electrificación de alto rendimiento.

Aunque todavía se mantiene por detrás del 911 GT3 en Nürburgring, con una diferencia de unos ocho segundos, el nuevo Turbo S supera con claridad a modelos de referencia como el 718 Cayman GT4 RS, al que aventaja por más de cinco segundos. Incluso se impone frente a vehículos de última generación como el Xiaomi SU7 Ultra y el Rimac Nevera, lo que habla de su nivel competitivo frente a máquinas desarrolladas con conceptos muy distintos.

La reducción de tiempo conseguida refleja avances en aerodinámica, electrónica, chasis y neumáticos, todos trabajando en conjunto para llevar al Turbo S a un nivel que parecía reservado para versiones más extremas. Lograr un recorte de 14 segundos en un trazado tan exigente como Nürburgring es una prueba del perfeccionamiento constante que Porsche imprime en cada actualización de su deportivo estrella.

Con esta nueva marca, el 911 Turbo S reafirma su papel como un referente mundial. No es solo un auto rápido, es una declaración de intenciones: el equilibrio entre tradición, innovación híbrida y precisión alemana puede dar como resultado un deportivo que sigue dominando el tiempo y la historia.