20/04/2025

Yamaha busca consolidarse en el top 5 de MotoGP a partir de mitad de temporada

En su primera pretemporada al frente de Yamaha, Paolo Pavesio detalla los aspectos fundamentales de la profunda transformación por la que pasa la marca japonesa y la hoja de ruta establecida para volver a ganar en MotoGP. Durante la previa del Gran Premio de Estados Unidos del año pasado, Lin Jarvis desveló que a final de 2024 daría un paso al lado de su puesto como director de la división de carreras de Yamaha tras 26 años en el cargo. En aquella información ya se mencionaba a Paolo Pavesio como el principal candidato a sustituirle, un relevo que finalmente se anunció meses después.

Cuando se oficializó la llegada del italiano, él ya llevaba meses enfrascado en el que, al menos hasta la fecha, es el proyecto más ambicioso en mucho tiempo de la marca japonesa, que se ha fijado como objetivo volver a ganar el Mundial de MotoGP. En la coyuntura actual, en el caso de Yamaha eso pasaba por ampliar fronteras, abrir la perspectiva y buscar alianzas en Europa, entre las que destaca el vínculo con Pramac como escudería satélite.

Una cosa tan fácil de decir y tan difícil de hacer, incluso para alguien que lleva 21 años en la compañía de Iwata, los últimos 11 como jefe del área de marketing, en Ámsterdam. Cuando Pavesio recibió la oferta por parte de Toyoshi Nishida, director ejecutivo de Yamaha en las carreras, ya sabía de las intenciones de la empresa de multiplicar sus esfuerzos en MotoGP, para volver a tener la opción de ganar el título que Fabio Quartararo celebró en 2021.



Desde julio dejó sus atribuciones anteriores y se volcó en comenzar a articular una relación con Pramac que, en los entrenamientos en Malasia, pareció dejar contentas a todas las partes implicadas. “Cuando acepté este puesto ya sabía que Yamaha quería poner una marcha más en MotoGP”, expone el ejecutivo italiano.

“Lo que más me atrajo fue la voluntad de unir personas con culturas diversas (Europa, Japón, Italia)”, añade Pavesio, sentado en su oficina dentro del paddock, antes de subrayar: “Nishida me ofreció el puesto y le dije que yo no era ingeniero. Y él me respondió que de ingenieros ya teníamos suficientes, y que son muy buenos. No pretendo ser mejor que nadie en su rol específico, sino intentar que todas las piezas encajen”.

Completados los test de invierno en Sepang, en los que Quartararo volvió a colocar una sonrisa en el taller de la compañía de los diapasones –finalizó el tercero y mejoró en ocho décimas el tiempo de la Q2 que hizo en octubre–, Pavesio prefiere ser prudente en la lectura que hace de la situación. Una estrategia acertada si tenemos en cuenta que estamos a las puertas de las dos últimas jornadas de ensayos de la pretemporada, que se cierra este jueves en Buriram, una pista