En un movimiento inesperado, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Mohammed Ben Sulayem, ha planteado la posibilidad de que los motores V10 regresen a la Fórmula 1, pero esta vez impulsados por combustibles sostenibles. La propuesta llega en un momento clave, en el que la categoría está preparando una revolución técnica para 2026, con la introducción de nuevas regulaciones para chasis y unidades de potencia, alineadas con los compromisos medioambientales del deporte.
Los motores V10 marcaron una era dorada en la Fórmula 1 entre mediados de los años 90 y 2005, caracterizándose por su alto rendimiento y un sonido inconfundible que aún es añorado por los aficionados. Sin embargo, fueron reemplazados en 2006 por los V8 y posteriormente, en 2014, por las actuales unidades V6 turbo híbridas, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones contaminantes. La idea de reintroducir los V10 bajo un esquema de combustibles ecológicos busca rescatar la emoción y la identidad sonora de la F1 sin comprometer los objetivos de sostenibilidad, que incluyen la transición a combustibles 100% sintéticos y la meta de neutralidad en carbono para 2030.
El planteamiento ha generado opiniones divididas dentro del paddock. Mientras algunos ven con buenos ojos la posibilidad de recuperar la potencia y el sonido de los V10, otros consideran que el regreso a motores atmosféricos iría en contra del rumbo tecnológico que ha tomado la categoría. Pilotos como Lewis Hamilton han manifestado en el pasado su nostalgia por los V10, pero al mismo tiempo reconocen las ventajas en términos de potencia y eficiencia de las unidades híbridas actuales. En 2022, Sebastian Vettel propuso un concepto similar de motores tradicionales impulsados por combustibles sostenibles, idea que fue rechazada en su momento bajo el argumento de que podría desincentivar la participación de fabricantes interesados en desarrollar tecnologías híbridas avanzadas.
El debate sobre esta propuesta se da en un contexto de grandes cambios para la Fórmula 1. A partir de 2026, las nuevas regulaciones eliminarán el sistema MGU-H, aumentarán la potencia eléctrica de los motores y promoverán el uso de combustibles sintéticos como parte del compromiso de la categoría con la sostenibilidad. La posibilidad de revivir los motores V10 bajo estas nuevas condiciones introduce una alternativa inesperada que podría reconfigurar el futuro del deporte.
Por ahora, la idea se encuentra en una fase preliminar y requerirá un análisis profundo en términos de viabilidad técnica, impacto en costos y alineación con la visión ecológica de la Fórmula 1. Sin embargo, sugiere que la FIA está abierta a explorar soluciones que equilibren la emoción y la tradición del deporte con las exigencias de un futuro más sostenible. De concretarse, el regreso de los V10 podría marcar una nueva etapa en la evolución de la categoría, combinando la pasión por la velocidad y el sonido inigualable de la vieja escuela con el compromiso ambiental de la Fórmula 1 moderna.
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