Maserati ha tomado la decisión de cancelar el MC20 Folgore, la versión completamente eléctrica de su superdeportivo insignia, antes de que llegara a producción. La marca italiana, propiedad de Stellantis, ha reconsiderado su estrategia de electrificación debido a la baja demanda en el segmento de los superdeportivos eléctricos y a una serie de recortes de inversión que han afectado su plan de desarrollo a futuro.
El MC20 Folgore estaba concebido como la alternativa eléctrica al MC20 de combustión interna, ofreciendo una potencia superior y tecnología avanzada. Sin embargo, los estudios de mercado realizados por Maserati han revelado que los clientes que buscan este tipo de vehículos siguen prefiriendo los motores tradicionales, como el V6 Nettuno que equipa la versión actual del MC20. Este propulsor, con tecnología derivada de la Fórmula 1, ha sido un punto clave en el atractivo del modelo, lo que ha llevado a la marca a replantear su enfoque hacia la electrificación.
Otro factor determinante en la cancelación del MC20 Folgore ha sido la reducción de inversiones por parte de Stellantis. La compañía tenía previsto destinar 1,500 millones de euros al desarrollo de nuevos modelos eléctricos para Maserati, incluyendo las futuras generaciones del Quattroporte y el Levante, programadas inicialmente para 2027 y 2028. Sin embargo, estos proyectos han sido suspendidos temporalmente o cancelados, lo que ha obligado a la marca a concentrar sus recursos en modelos que tengan una mayor viabilidad comercial.

A esta situación se suma la caída en las ventas de Maserati, que en 2024 se redujeron a 11,300 unidades, frente a las 26,600 vendidas en 2023. Esto ha generado pérdidas de aproximadamente 260 millones de euros, lo que ha llevado a la marca a realizar ajustes significativos en su estrategia para asegurar su rentabilidad. Ante este panorama, la compañía ha optado por priorizar modelos que sigan teniendo demanda en el mercado de alto rendimiento.
Como parte de esta nueva dirección, Maserati enfocará sus esfuerzos en el MC20 con motor de combustión interna, desarrollando versiones mejoradas del modelo. Entre ellas, se encuentra una variante GT2 Stradale, diseñada con un enfoque en el rendimiento para circuitos, con mejoras en potencia y reducción de peso. Esta estrategia responde a la creciente preferencia de los clientes por superdeportivos tradicionales, en un contexto donde la electrificación en este segmento aún no ha logrado consolidarse completamente.
La cancelación del MC20 Folgore es una señal clara de los desafíos que enfrentan las marcas de lujo y alto rendimiento en la transición hacia la movilidad eléctrica. Mientras el mercado de vehículos eléctricos crece en otros segmentos, la demanda por superdeportivos eléctricos sigue siendo limitada, lo que ha llevado a Maserati a replantear su estrategia y centrarse en modelos que mantengan su esencia y atractivo para los entusiastas de la conducción.
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