En el mercado automovilístico iraní, modelos que en otros países dejaron de comercializarse hace años continúan siendo líderes en ventas. Un ejemplo destacado es el Peugeot 405, un sedán que, a pesar de haber cesado su venta en España hace más de dos décadas, sigue siendo uno de los vehículos más populares en Irán.
El Peugeot 405 fue introducido en Europa en 1987 y rápidamente ganó reconocimiento, siendo galardonado como el Coche del Año en Europa en 1988. Su diseño atractivo y su rendimiento confiable lo convirtieron en un éxito en diversos mercados. Sin embargo, en muchos países europeos, incluyendo España, su comercialización cesó a finales de la década de 1990.
En Irán, la historia del 405 tomó un rumbo diferente. En 1990, Iran Khodro, el principal fabricante de automóviles del país, firmó un acuerdo para producir el Peugeot 405 localmente. Esta colaboración permitió que el modelo no solo se mantuviera en el mercado iraní, sino que también evolucionara según las necesidades y preferencias locales.
A lo largo de los años, Iran Khodro ha desarrollado varias versiones del 405 para adaptarse al mercado iraní. El Peugeot Pars es una versión actualizada del 405 con modificaciones en el diseño frontal y trasero, así como mejoras en el equipamiento interior. Este modelo ha gozado de gran popularidad y se ha mantenido en producción durante décadas. El Peugeot RD y ROA son modelos más económicos que combinan la carrocería del 405 con motores de la antigua Peykan, ofreciendo una opción accesible para muchos iraníes. Por otro lado, el IKCO Samand, considerado el “coche nacional” de Irán, se basa en la plataforma del 405 y representa un paso hacia la independencia industrial en el sector automotriz.
La persistencia del Peugeot 405 en el mercado iraní se debe a varios factores. La producción local permite que el vehículo sea asequible para una amplia gama de consumidores. Su diseño mecánico sencillo facilita el mantenimiento y las reparaciones, lo cual es crucial en regiones donde la tecnología automotriz avanzada puede no estar fácilmente disponible. Además, la familiaridad del mercado y la infraestructura con el modelo aseguran una cadena de suministro estable y una red de servicios bien establecida.
Mientras que en Europa los consumidores suelen inclinarse por modelos más recientes y tecnológicamente avanzados, en Irán la prioridad se centra en la fiabilidad, el costo y la facilidad de mantenimiento. Esta diferencia en las preferencias del mercado explica por qué vehículos como el Peugeot 405 siguen siendo relevantes en Irán, mientras que en otros lugares han sido reemplazados por modelos más modernos.
El caso del Peugeot 405 en Irán es un ejemplo fascinante de cómo las dinámicas del mercado local pueden influir en la longevidad de un modelo de automóvil. A pesar de haber desaparecido de los concesionarios europeos hace más de 20 años, el 405 continúa siendo una presencia dominante en las carreteras iraníes, adaptándose y evolucionando para satisfacer las necesidades de los conductores locales.
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