07/06/2025

Liberty Media se acerca a la compra de MotoGP y los aficionados temen un golpe a sus bolsillos

Liberty Media, la compañía estadounidense que actualmente controla los derechos comerciales de la Fórmula 1, está a punto de cerrar una operación que podría transformar por completo el panorama del motociclismo de élite: la adquisición de Dorna Sports, entidad que gestiona MotoGP. Con una inversión estimada de 3.500 millones de euros por el 86% del capital de Dorna, la empresa estaría unificando bajo su control dos de los campeonatos más importantes del automovilismo y el motociclismo a nivel mundial.

Aunque el acuerdo ha superado ya varios filtros regulatorios, incluida una revisión por parte de la Comisión Europea, su inminente aprobación definitiva ha encendido las alarmas entre los aficionados. El principal temor es que esta fusión comercial no solo modifique la gestión de ambos campeonatos, sino que también tenga consecuencias directas sobre los precios que los seguidores deben pagar para ver las carreras.

Uno de los escenarios más probables es que Liberty Media decida empaquetar ambos campeonatos en una sola oferta dirigida a las plataformas de televisión y streaming. Esta estrategia, si bien eficiente desde el punto de vista empresarial, podría elevar considerablemente los precios que los operadores deben pagar por los derechos de transmisión. Y como suele suceder, ese costo adicional terminaría reflejándose en el precio que el público tendría que pagar para acceder al contenido.

En España, por ejemplo, actualmente tanto la Fórmula 1 como MotoGP se transmiten a través de DAZN, que ofrece un paquete conjunto por 19,99 euros al mes. Recientemente, incluso se lanzó una promoción que redujo el precio a 9,99 euros mensuales, una cifra atractiva para los seguidores de ambos deportes. Sin embargo, con la llegada de Liberty Media al control de MotoGP, es muy posible que se renegocien los términos de distribución y se reestructuren los precios de suscripción. El resultado podría ser un aumento sustancial en las tarifas, obligando a muchos aficionados a replantearse su fidelidad o su capacidad económica para seguir las carreras.



La Comisión Europea había mostrado preocupaciones iniciales sobre los efectos de esta adquisición en la competencia del mercado audiovisual, y no sin razón. Al concentrar el control de dos de los productos deportivos más demandados dentro del automovilismo, Liberty Media tendría una posición dominante que podría ser utilizada para imponer condiciones más estrictas o elevadas a los distribuidores. Esto, en consecuencia, limitaría la diversidad de ofertas y perjudicaría directamente a los consumidores, quienes quedarían con menos opciones y mayores costos.

El avance de esta operación marca un punto de inflexión en el modo en que se comercializan y consumen los grandes espectáculos del motor. La consolidación de la Fórmula 1 y MotoGP bajo un mismo techo puede generar sinergias positivas desde el punto de vista empresarial, pero también plantea serios interrogantes sobre la accesibilidad y la equidad para los aficionados.

A medida que se aproxima la confirmación definitiva del acuerdo, tanto los operadores televisivos como los seguidores de la velocidad observan con atención los próximos movimientos de Liberty Media. El deseo generalizado es que esta nueva etapa no signifique un encarecimiento desproporcionado del acceso a los campeonatos, y que la emoción de las pistas siga siendo algo que todos puedan disfrutar.