La confirmación del calendario oficial de la Fórmula 1 para la temporada 2026 ha traído consigo una noticia que ha resonado con fuerza entre los aficionados más puristas del automovilismo: el legendario circuito de Imola queda fuera del campeonato. Este cambio ha generado una oleada de reacciones desde distintos frentes —institucionales, pilotos y aficionados— marcando un nuevo capítulo en el eterno debate entre la preservación de la historia y la expansión global del deporte.
Imola, oficialmente conocido como Autódromo Enzo e Dino Ferrari, no logró renovar su contrato con la Fórmula 1 y cederá su lugar al nuevo Gran Premio de Madrid, que debutará en septiembre de 2026 en un trazado urbano completamente nuevo. Con ello, España se posicionará como uno de los pocos países con dos carreras en el calendario (junto con Barcelona), mientras que Italia verá reducido su protagonismo a una sola cita: Monza.
Las autoridades de Emilia-Romaña, región que alberga el circuito, no ocultaron su decepción. “Hay una mezcla de amargura y esperanza”, expresó el alcalde de Imola, quien aseguró que ya se trabaja en un plan para regresar en el futuro bajo un sistema de rotación con otros circuitos europeos. La pérdida también ha sido sentida por figuras del paddock: Oscar Piastri calificó a Imola como uno de los trazados más técnicos y emocionantes, mientras que Max Verstappen señaló que es un “circuito con alma” que siempre ha exigido lo mejor de cada piloto.
Desde la Fórmula 1, el presidente Stefano Domenicali explicó que la decisión responde a la necesidad de alinear el calendario con objetivos logísticos, medioambientales y estratégicos. “No es fácil tener dos carreras en un mismo país cuando hay mercados emergentes con fuerte demanda. Hay que mirar hacia adelante”, declaró. Además, la logística general del campeonato para 2026 incluye seis dobletes y dos tripletes, lo que exige una planificación milimétrica para reducir costos y emisiones.
A pesar de su salida, Imola no está fuera de la conversación. Las autoridades locales están impulsando un proyecto conjunto con el gobierno italiano y con Liberty Media para lograr una posible alternancia con otras sedes europeas en temporadas futuras. El circuito ya había tenido un regreso exitoso en 2020 tras años de ausencia, y su historial —incluyendo momentos inolvidables y tragedias como la muerte de Ayrton Senna— lo convierten en un emblema del automovilismo mundial.
La Fórmula 1 se encuentra en una etapa de transformación acelerada. La entrada de nuevos fabricantes como Audi, Cadillac, Honda y Ford en 2026, junto con la implementación de nuevas regulaciones técnicas, motores híbridos más eficientes y una expansión hacia mercados clave como Estados Unidos, Medio Oriente y Asia, están redefiniendo las prioridades del campeonato.
El caso de Imola se convierte así en un símbolo del delicado equilibrio entre innovación y legado. Mientras la categoría reina del automovilismo continúa su proceso de reinvención, los circuitos clásicos como Imola nos recuerdan que el pasado aún tiene un lugar importante en el corazón de los aficionados. Pero en este momento, el presente exige decisiones difíciles. Y el calendario 2026 ha hablado.
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