Honda ha confirmado que a partir de 2026 fabricará piezas nuevas y originales para el NSX de primera generación (NA1), uno de los deportivos japoneses más icónicos de los años 90. Este anuncio marca un momento histórico para los coleccionistas y propietarios del modelo, que desde hace años enfrentan dificultades para encontrar refacciones auténticas debido a su limitada disponibilidad en el mercado.
La marca japonesa fabricará una variedad de componentes —desde tapas de gasolina hasta paneles de puerta— con calidad OEM, es decir, con los mismos estándares que las piezas originales de fábrica. Para lograrlo, Honda combinará métodos tradicionales de producción con técnicas modernas como la impresión 3D, lo que permitirá replicar piezas difíciles de encontrar sin depender de piezas usadas ni comprometer el nivel de calidad.
Este nuevo proyecto sustituirá por completo al antiguo programa “NSX Refresh Plan”, activo en Japón desde 1993, y busca tener un alcance global, extendiéndose a mercados más allá del asiático. Aunque aún no se han confirmado los puntos de distribución ni los precios, la noticia ya ha generado entusiasmo entre la comunidad automotriz, que ve en esta iniciativa una manera real y confiable de preservar vehículos históricos.

La estrategia de Honda se alinea con una tendencia creciente entre fabricantes japoneses. Nissan ya ofrece piezas nuevas para el Skyline GT-R R32, R33 y R34; Toyota ha hecho lo mismo para el Supra A70 y A80, así como para los clásicos AE86 y el 2000GT. Ahora, Honda entra a este selecto grupo con una propuesta seria y con respaldo tecnológico, demostrando que no piensa dejar atrás a sus autos de culto.
La iniciativa también deja abierta la posibilidad de expandirse a otros modelos clásicos como el S2000 y los Type R, algo que muchos fanáticos ya están esperando. Si bien por ahora el enfoque está en el NSX NA1, los voceros de la compañía han dado señales de que la intención es más amplia y ambiciosa.
Más allá de la nostalgia, este movimiento tiene efectos concretos: conservar un auto clásico como el NSX ya no será una odisea de búsquedas en sitios de segunda mano o en mercados grises. Los propietarios podrán contar con piezas nuevas, garantizadas y con soporte técnico oficial, lo que no solo asegura el correcto funcionamiento del auto, sino que también eleva su valor en el mercado de clásicos al poder mantener su originalidad intacta.
Con este paso, Honda no solo protege el legado de uno de sus modelos más revolucionarios —el primer superdeportivo japonés con desarrollo en conjunto con Ayrton Senna—, sino que también refuerza su conexión con los apasionados del automovilismo, demostrando que el pasado puede convivir con el presente gracias a la tecnología y el compromiso por preservar la historia del automóvil.
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