Marc Márquez vivió un viernes tan accidentado como brillante en el Gran Premio de los Países Bajos. El piloto de Ducati sufrió dos duras caídas durante las sesiones libres en Assen, la segunda de ellas con consecuencias físicas visibles, incluido un punto de sutura en la barbilla. A pesar de ello, el español no solo volvió a subirse a la moto sin titubeos, sino que terminó el día liderando la tabla de tiempos y reafirmando su autoridad al frente del campeonato.
La primera caída ocurrió en la curva 15, a más de 200 km/h. Un deslizamiento inesperado del neumático trasero provocó un violento highside que lo lanzó por el aire, impactando con fuerza sobre el brazo izquierdo. Aunque logró levantarse por su cuenta, Márquez experimentó adormecimiento en la mano, lo que obligó a una revisión médica inmediata. El diagnóstico reveló una contusión en el tríceps y una compresión en el nervio cubital, que fue tratada con antiinflamatorios y fisioterapia.
Pero el día aún tenía otra sorpresa. En la segunda sesión libre, cuando buscaba mejorar su tiempo, volvió a irse al suelo, esta vez con un impacto en el pecho, zona genital y rostro. El golpe en la barbilla le causó una pequeña herida que necesitó un punto de sutura. Pese al dolor y la incomodidad, Márquez volvió a salir a pista con su segunda moto y, en una actuación casi desafiante, marcó el mejor tiempo del día, superando por más de tres décimas a sus rivales más cercanos.
Fiel a su estilo, el piloto no perdió el sentido del humor. En la rueda de prensa posterior declaró: “Me han puesto puntos en la barbilla, pero no suman para el campeonato”, dejando entrever que, aunque dolido, su enfoque competitivo sigue intacto.
Más allá de los tiempos, su desempeño envió un mensaje claro: Márquez no solo compite contra otros pilotos, sino también contra sus propios límites físicos. Su capacidad para soportar el dolor, recuperarse en tiempo récord y mantenerse concentrado en medio de la adversidad volvió a quedar demostrada. Con este rendimiento, mantiene el liderato del Mundial con 270 puntos, seguido por su hermano Álex con 230 y Pecco Bagnaia con 160.
La preocupación ahora gira en torno a su estado físico para lo que resta del fin de semana. Aunque el equipo médico descartó lesiones óseas, las contusiones en el brazo, pecho y rostro podrían afectar su rendimiento en la clasificación y en carrera. El equipo técnico de Ducati deberá manejar con precisión los tiempos de recuperación y adaptar el programa de trabajo para evitar que el desgaste le pase factura.
Lo vivido en Assen refuerza la figura de un Marc Márquez que, más allá de su talento, ha construido su leyenda a base de resistencia, carácter y una voluntad de hierro. Ni los puntos en la barbilla ni el dolor en el brazo impidieron que terminara el viernes como el más rápido de todos. Si logra mantener esa línea sin que el físico lo limite, el domingo podría ser testigo de otra actuación magistral del número 93.
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