Jaguar Land Rover paraliza producción global tras ciberataque millonario

Jaguar Land Rover atraviesa una de las crisis más graves de su historia reciente. Desde el 1 de septiembre, sus plantas en distintos países han detenido la producción debido a un ataque cibernético que comprometió sus sistemas informáticos. El paro afecta instalaciones en Reino Unido, India, Eslovaquia, China y otras regiones, y hasta el momento no se ha anunciado una fecha para la reanudación de operaciones.

El impacto económico es enorme. Se estima que la compañía pierde alrededor de 5 millones de libras esterlinas por día solo en el Reino Unido, lo que eleva la cifra global a más de 80 millones de euros diarios. La interrupción también ha puesto en jaque a decenas de proveedores que dependen de los pedidos de la automotriz, varios de ellos en riesgo de colapso si la situación se prolonga.

Los problemas no se limitan a la producción. Muchos concesionarios han quedado sin acceso a los sistemas para registrar autos nuevos, lo que afectó directamente al “Día de la matrícula nueva” en Reino Unido, una de las fechas más importantes para las ventas. Además, cerca de 33,000 empleados en territorio británico han sido enviados a casa mientras se resuelve la crisis.

La compañía ha confirmado que algunos datos de clientes y proveedores pudieron verse comprometidos, aunque no ha detallado la magnitud de la filtración. Actualmente se lleva a cabo una investigación forense para identificar el origen del ataque y garantizar la seguridad de los sistemas antes de reactivar la producción.

La detención global de Jaguar Land Rover muestra la vulnerabilidad de la industria automotriz frente a los ciberataques y expone el costo multimillonario que puede tener una interrupción de esta magnitud. La marca se enfrenta ahora al desafío de recuperar la confianza de sus clientes y proveedores, mientras trabaja contrarreloj para volver a encender las líneas de producción.