22/01/2025

VinFast enfrenta acusaciones por prácticas laborales extremas y dudas sobre la seguridad de sus automóviles

El fabricante vietnamita de automóviles eléctricos, VinFast, se encuentra en el centro de una polémica tras ser acusado de implementar prácticas laborales extremas en su esfuerzo por cumplir con los plazos de producción. Según informes recientes, durante el desarrollo de modelos como los VF6, VF7 y VF8, la empresa habría sometido a sus empleados a encierros en las fábricas durante las noches y fines de semana, generando preocupaciones sobre el bienestar de los trabajadores y la calidad de los vehículos producidos.

Las denuncias provienen de exingenieros que participaron en los proyectos de la compañía, incluyendo a Hazar Denli, quien trabajaba para Tata Technologies Limited (TTL), una firma subcontratada por VinFast. Según Denli, las pruebas y el desarrollo de los automóviles se llevaron a cabo de manera apresurada, lo que podría haber comprometido la seguridad de los vehículos. En sus declaraciones, Denli expresó que, bajo la presión de cumplir con plazos estrictos, los coches no pasaron por procesos de validación adecuados, calificándolos como inseguros para los consumidores.

Una de las acusaciones más graves señala que, durante la pandemia de COVID-19, los empleados fueron obligados a dormir dentro de las instalaciones de las fábricas para acelerar la producción. Un documento interno de TTL, citado por Denli, corroboraría estas prácticas, describiéndolas como parte de un ambiente de trabajo altamente presionado. Estas condiciones, según el exingeniero, no solo afectaron la moral de los trabajadores, sino que también generaron un entorno donde las decisiones apresuradas podrían haber afectado la calidad final de los productos.



El impacto de estas prácticas no se limita a las acusaciones laborales. Denli, quien posteriormente fue contratado por Jaguar Land Rover, afirmó haber sido despedido tras compartir sus preocupaciones sobre la seguridad de los coches de VinFast en un foro en línea. Actualmente, ha iniciado un procedimiento laboral contra su exempresa por despido improcedente, mientras que tanto VinFast como el Grupo Tata han optado por no hacer comentarios al respecto.

Estas revelaciones llegan en un momento crítico para VinFast, una marca que busca consolidarse en el competitivo mercado de los vehículos eléctricos a nivel mundial. Si bien la empresa ha recibido reconocimiento por su rápida expansión y ambiciosos proyectos, las acusaciones sobre sus prácticas laborales y la seguridad de sus vehículos podrían afectar gravemente su reputación y confianza entre los consumidores.

La controversia también resalta la necesidad de una mayor supervisión en la industria automotriz, especialmente en el desarrollo de vehículos eléctricos, donde las empresas buscan responder rápidamente a la creciente demanda global. En este contexto, las preocupaciones sobre la calidad y seguridad de los automóviles de VinFast justifican una investigación exhaustiva por parte de las autoridades pertinentes.

La reputación de una marca no solo depende de la innovación y tecnología de sus productos, sino también de su compromiso con el bienestar de sus trabajadores y la calidad de su producción. En un mercado tan competitivo como el de los vehículos eléctricos, garantizar altos estándares éticos y de seguridad será crucial para el futuro de VinFast y otras marcas que buscan liderar este segmento en auge. Mientras tanto, los consumidores y las autoridades esperan respuestas claras y acciones concretas frente a estas acusaciones.