10/09/2025

Colton Herta y Cadillac: la gran apuesta para abrir de verdad la Fórmula 1 en Estados Unidos

Colton Herta, uno de los nombres más reconocidos de la IndyCar en los últimos años, ha decidido dar un giro trascendental a su carrera para unirse al proyecto de Cadillac en la Fórmula 1. El piloto estadounidense, con apenas 24 años y un palmarés de nueve victorias en la categoría norteamericana, dejará atrás la estabilidad de la IndyCar en 2026 para convertirse en piloto de pruebas de la escudería que debutará oficialmente ese mismo año en el Gran Circo. Su decisión no solo es arriesgada, sino también histórica: representa una apuesta personal y colectiva por consolidar la presencia de Estados Unidos en el campeonato más prestigioso del automovilismo.

Cadillac, respaldada por General Motors, ha confirmado a Valtteri Bottas y Sergio Pérez como pilotos titulares para su desembarco en la Fórmula 1. La incorporación de Herta como parte del programa de desarrollo completa una alineación que mezcla experiencia internacional con el fuerte vínculo local que aporta un piloto estadounidense. Para la marca, se trata de un movimiento estratégico: no solo quieren competir en pista, también buscan conectar con la enorme base de aficionados en Norteamérica y reforzar la identidad nacional de su proyecto.

El camino de Herta hacia un asiento titular no será sencillo. Actualmente le faltan cinco puntos para conseguir la superlicencia de la FIA, requisito indispensable para poder disputar grandes premios. Entre las alternativas que se plantean está participar en la Fórmula 2 en 2026 o sumar experiencia en sesiones de entrenamientos libres durante los fines de semana de Fórmula 1. El propio Dan Towriss, CEO del equipo, ha reconocido que se trata de una apuesta arriesgada: Herta deja un lugar seguro en IndyCar por una oportunidad en un terreno desconocido y extremadamente exigente, sin garantías de llegar a la parrilla como piloto principal.

Más allá de lo deportivo, la figura de Herta tiene un fuerte componente simbólico. Graeme Lowdon, director del equipo, subrayó que contar con un piloto estadounidense en una escudería estadounidense envía un mensaje poderoso tanto para los aficionados como para la industria. En un momento en el que la Fórmula 1 ha multiplicado su popularidad en Estados Unidos gracias a las carreras en Miami, Austin y Las Vegas, la llegada de Cadillac y la presencia de Herta refuerzan la conexión con el público local y abren la posibilidad de una nueva era para los pilotos norteamericanos en la categoría.

El desafío es enorme: adaptarse a los circuitos europeos, a un entorno técnico mucho más sofisticado que el de la IndyCar y a la presión de representar a todo un país dentro de un campeonato global. Sin embargo, si Herta logra consolidarse y convertir esta oportunidad en un asiento titular, podría marcar un antes y un después en la historia reciente de la Fórmula 1. La apuesta de Cadillac y la valentía del joven piloto muestran que la ambición de Estados Unidos por tener una presencia real en la parrilla está más viva que nunca.