Red Bull Racing ha cerrado un acuerdo histórico para la salida de Christian Horner, quien deja el cargo de jefe de equipo tras dos décadas al frente de la escudería. El británico recibirá una indemnización cercana a los 100 millones, cifra que refleja tanto la magnitud de su contrato como el impacto de su repentina salida.
Horner había sido apartado de sus funciones desde el Gran Premio de Gran Bretaña, aunque seguía vinculado al equipo de forma contractual. Su contrato se extendía hasta 2030, lo que explica el monto extraordinario de la liquidación. Con este acuerdo, su etapa en Red Bull queda oficialmente cerrada después de haber marcado una era en la Fórmula 1.
Durante su gestión, Red Bull logró convertirse en una de las potencias más dominantes del campeonato. Bajo su mando, el equipo consiguió ocho títulos de pilotos, seis de constructores y más de 120 victorias. Estos números lo colocan como uno de los directores más exitosos en la historia moderna del deporte.
El acuerdo también incluye un periodo de “gardening leave”, lo que impedirá a Horner incorporarse de inmediato a otro equipo de Fórmula 1. Se espera que no pueda regresar al paddock hasta, al menos, la primavera de 2026, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas.
Mientras tanto, Red Bull ya ha comenzado a escribir un nuevo capítulo. Laurent Mekies asumió el liderazgo del equipo y en las últimas carreras ha conseguido resultados alentadores que muestran la intención de mantener a la escudería en la cima. El adiós de Horner cierra una etapa dorada, pero también abre la incógnita sobre cuál será el siguiente destino de uno de los directores más influyentes que ha visto la Fórmula 1.
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