Ford está avanzando en el desarrollo de una versión híbrida del Mustang, identificada internamente como S650E, y todo apunta a que podría llegar al mercado antes de 2030. Este proyecto ya cuenta con prototipos en fase de pruebas iniciales, lo que indica que la idea va más allá de un simple concepto y se prepara para convertirse en realidad.
El objetivo de la marca es mantener la esencia deportiva que ha caracterizado al icónico pony car durante casi seis décadas, pero adaptándolo a las nuevas exigencias medioambientales y a la demanda creciente por vehículos electrificados. Aunque aún no se ha confirmado si se tratará de un híbrido convencional (HEV), un híbrido enchufable (PHEV) o una configuración distinta, lo cierto es que la electrificación será clave para equilibrar eficiencia con desempeño.
Esta decisión se enmarca en la estrategia global de Ford de ofrecer asistencia híbrida en toda su gama de modelos con motor de combustión interna hacia el final de la década. Para el Mustang, el paso a la hibridación representaría una evolución natural, capaz de conservar su legado de potencia y carácter, al tiempo que se adapta a las regulaciones de emisiones cada vez más estrictas en mercados clave.
De concretarse, el Mustang híbrido no solo significará un nuevo capítulo en la historia del muscle car más famoso del mundo, sino también una apuesta de Ford por demostrar que la electrificación y la tradición pueden convivir en un mismo emblema.
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