21/07/2025

Volvo XC60 se fabricará en Estados Unidos a partir de 2026 para fortalecer su presencia en el mercado y evitar aranceles

Volvo ha anunciado que a partir de finales de 2026 comenzará la producción de su SUV mediana más exitosa, la XC60, en su planta ubicada en Charleston, Carolina del Sur. Esta decisión estratégica responde a varios factores clave: la necesidad de reducir costos derivados de aranceles a la importación, el fortalecimiento de su posición en el mercado estadounidense y una apuesta decidida por regionalizar su producción para adaptarse mejor a las condiciones económicas y comerciales de cada zona.

La XC60 es actualmente el modelo más vendido de la marca en Estados Unidos, y durante la primera mitad de 2025 registró un crecimiento cercano al 23 % en ventas en ese país. Fabricarla localmente permitirá a Volvo evitar el impuesto del 25 % aplicado a vehículos importados desde Europa, una carga que afectaba directamente los márgenes de ganancia y que, en el contexto actual, representa una barrera importante para el crecimiento sostenido de la marca en Norteamérica.

La planta de Charleston, que ya produce el SUV eléctrico Volvo EX90 y el Polestar 3, cuenta con la infraestructura necesaria para absorber este nuevo modelo sin requerir una ampliación masiva ni afectar el ritmo de trabajo de las fábricas europeas. Esta transición se realizará de forma progresiva, con un periodo de adaptación estimado entre uno y dos años, permitiendo mantener la estabilidad en el flujo de producción y asegurar la calidad característica de la firma sueca.

Esta decisión también se enmarca en una estrategia más amplia impulsada por la dirección global de la marca, que busca otorgar mayor autonomía a las operaciones en Estados Unidos y acercarse aún más al consumidor norteamericano, no solo desde el punto de vista comercial, sino también cultural y productivo. Regionalizar la producción significa reducir la dependencia de fábricas en otros continentes, minimizar los riesgos logísticos, acortar los tiempos de entrega y responder con mayor agilidad a las necesidades del mercado.



Volvo ha enfrentado recientemente pérdidas significativas asociadas a aranceles y retrasos logísticos, como ocurrió con modelos como el EX90 y el ES90. El costo financiero de estas demoras y tributos alcanzó más de 11 mil millones de coronas suecas, lo que llevó a la compañía a replantear su cadena de suministro y acelerar su transformación hacia una estructura más resiliente y descentralizada.

El inicio de la producción del XC60 en Estados Unidos representa una oportunidad clave para la marca: se alinea con su objetivo de sostenibilidad económica, responde a la demanda creciente del mercado y reduce la exposición a medidas proteccionistas. Al mismo tiempo, refuerza su compromiso con uno de sus públicos más importantes, que ha convertido al XC60 en un favorito por su balance entre diseño escandinavo, tecnología, seguridad y confort.

Volvo apuesta por una transición inteligente, en la que mantener la identidad y la calidad del producto va de la mano con una gestión eficiente de costos y tiempos. La producción en Charleston no solo garantizará un mejor acceso al mercado estadounidense, sino que podría convertirse en un modelo replicable para otras líneas de producto si las condiciones lo permiten.

Con este movimiento, Volvo reafirma su intención de crecer con firmeza en América del Norte, demostrando que la adaptación inteligente y el enfoque local pueden ser tan decisivos como la innovación tecnológica en la nueva era de la industria automotriz. La XC60, ahora hecha en Estados Unidos, seguirá siendo una pieza clave en el camino de la marca hacia un futuro más sólido y sostenible.