La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos ha abierto una investigación que afecta a 2.6 millones de vehículos Tesla fabricados entre 2016 y 2025. En el centro de la pesquisa se encuentra la función ‘Actually Smart Summon’, diseñada para que los propietarios puedan mover sus automóviles de forma remota a través de una aplicación móvil, pero que ha sido vinculada a numerosos accidentes y fallos de seguridad.
Esta función, promovida como un avance en la comodidad y autonomía vehicular, permite que los vehículos Tesla se desplacen de manera automática hacia la ubicación del propietario, generalmente en estacionamientos. Sin embargo, múltiples informes han señalado problemas graves, como la incapacidad del sistema para detectar obstáculos como postes, peatones o vehículos estacionados, lo que ha resultado en al menos 16 colisiones confirmadas. Además, algunos usuarios han denunciado tiempos de reacción insuficientes para intervenir y prevenir los accidentes.
La investigación abarca los modelos S, X, 3 y Y, equipados con el sistema de conducción autónoma ‘Full Self-Driving’ (FSD). La NHTSA busca evaluar varios aspectos clave de la función, incluyendo su velocidad máxima permitida, los requisitos de línea de visión para su activación, la capacidad de conectividad remota y el desempeño en situaciones imprevistas. Este escrutinio se suma a otra investigación abierta en 2024 por el mismo organismo, relacionada con colisiones provocadas por el software FSD, que incluyeron un accidente fatal.
Tesla, hasta el momento, no ha emitido declaraciones oficiales respecto a esta nueva investigación. La compañía ha enfrentado críticas en el pasado por utilizar a sus clientes como evaluadores beta de sus tecnologías de conducción autónoma, un enfoque que ha generado debates sobre la ética y la responsabilidad en la implementación de innovaciones potencialmente riesgosas.
La NHTSA continuará recopilando información y analizando los datos para determinar si es necesario exigir actualizaciones en el software o imponer otras medidas correctivas. Mientras tanto, los propietarios de Tesla están siendo instados a utilizar la función ‘Actually Smart Summon’ con extrema precaución y a mantenerse atentos a las indicaciones oficiales de Tesla y las autoridades reguladoras.
Esta investigación pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la industria automotriz en la transición hacia tecnologías de conducción autónoma, donde la seguridad debe ser una prioridad absoluta. Los resultados de esta pesquisa podrían marcar un precedente importante en la regulación de funciones autónomas y en la responsabilidad de los fabricantes hacia los consumidores y peatones.
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